El existencialismo

Corriente filosófica decadente de nuestros días, variedad del idealismo subjetivo, destinada esencialmente a desmoralizar la conciencia social, a combatir a las organizaciones revolucionarias del proletariado. En la actualidad, el existencialismo se difunde sobre todo en Francia y en Alemania occidental. Esta doctrina reaccionaria fue fundada por el filósofo danés Kierkegaard (1813-1855), enemigo del socialismo y de la democracia, para quien aun la filosofía de la revelación de Schelling no era lo bastante reaccionaria. Por "existencia", entiende la "vida espiritual individual", y opone la "existencia" al "ser", vale decir, al mundo material de la vida real, física y social. La aversión a la vida, el miedo a la muerte, la desesperación, tales son sus temas fundamentales que más tienen que ver con la psicopatología que con la filosofía. Esta "filosofía" antihumana había sido adoptada por los ideólogos del imperialismo alemán (Heidegger, Jaspers).

Los existencialistas oponen la "existencia" a la "esencia", separándolas metafísicamente y proclamando la primacía de la "existencia". Esta teoría está dirigida contra la doctrina materialista que considera a la materia como el dato primario; y en el dominio de la vida social, se alza contra la concepción científica del determinismo histórico. Por libertad, los existencialistas entienden no una relación social real que se conquista en la lucha contra el esclavizamiento de la nación y de la clase trabajadora, no el fruto del socialismo, sino el "libre albedrío" innato del idealismo, que concede al burgués el derecho de actuar según su voluntad.